Para esta ocasión hemos escogido el
tema de los Eclipses ya que Hoy estamos viviendo un Eclipse parcial de Sol a
los 11 grados de Géminis Pero ¿Qué son los Eclipses y cómo influyen en nuestras
vidas?, y eso es exactamente lo que deseamos platicarles en este artículo.
Un eclipse total de Sol, es la sombra
que proyecta el cono de la Luna sobre la superficie terrestre y comprende un
diámetro de 268 kilómetros como máximo. Se desplaza hacia el Este a una
velocidad superior a los 1,700 kilómetros por hora y se trata, pues, de un fenómeno fugitivo en un
mismo punto del globo. El eclipse total no dura más que algunos minutos. Un
máximo de siete minutos y medio, en las condiciones más favorables. Fuera de
esta zona de sombra, se extiende otra región más vasta en la que el eclipse es
parcial y cuya fase puede durar de una a
dos horas.
El sistema de sucesión de eclipses
obedece a un gran ciclo determinado por un múltiplo común de tres revoluciones:
Sinódica o sea 223 lunaciones, Dracontífica que significa 242 vueltas de la
Luna sobre su nodo y Anomalística, 239 vueltas de la Luna sobre el mismo punto
de su órbita en relación con su perigeo.
Este es el periodo caldeo llamado
Saros, por el que se produce una serie similar de eclipses cada 18 años y 11
días. Dentro de este ciclo se encuentran 86 eclipses totales a anulares y 15
parciales. Durante un año se producen al menos cuatro eclipses, dos de cada
luminaria. Además, hay cuatro o cinco de Luna y dos o tres de Sol, o viceversa.
Respecto a cada luminaria, nunca hay menos de dos eclipses por año ni más de
cinco.
Claudio Ptolomeo, conocido como el
príncipe de los astrólogos, dedica varios capítulos de su Tetrabilios a un
análisis ordenado de los eclipses. Según él, un eclipse concierne únicamente a
la parte del mundo que se encuentra por encima del horizonte, sobre todo en la
zona de su visibilidad. Afecta también a los países que corresponden al signo
en que se produce. Otro de los puntos que señala es respecto al tipo de
acontecimientos que de ello se desprenden, según el símbolo que los representa:
si son humanos, conciernen a la especie humana, los signos de animales al
ganado; los de agua a tempestades e inundaciones, los de tierra a sismos; los
cardinales a las regiones, y los fijos a las edificaciones. Desde luego, esta
creencia duró hasta que llegó Jean Baptiste Morin, el más culto de los autores
católicos del siglo XVII y quien fuera el astrólogo privado de Richelieu.
En su obra, Ptolomeo da prioridad a
los eclipses. Partiendo de que en ese momento las dos luminarias se encuentran
en la misma línea recta que pasa por la tierra, él comparó al fenómeno de
acoplamiento de lo alto y lo bajo, o las bodas del Cielo con la tierra.
Existe una teoría que atribuye la
desaparición de reyes y mandatarios a los eclipses de Sol, estableciendo una
relación entre éstos y la muerte de personajes importantes. Esto no es ajeno a
la tradición cristiana, pues los discípulos del Señor, Mateo, Marcos y Lucas
relacionaron el oscurecimiento del Sol con la muerte de Cristo; aunque esta
relación tenga más bien la significación de un milagro que de un eclipse.
Los eclipses totales han constituido
siempre el terror de los pueblos primitivos, no únicamente por que fueran
primitivos, sino porque se encontraban estrechamente unidos a la naturaleza y
percibían por instinto cualquier cambio en el equilibrio general del universo.
El reloj biológico, que se encuentra dentro de todos los seres vivos, sufre una
alteración; de ahí que los pájaros, asustados, dejen de cantar, las gallinas se
dispongan a dormir y las plantas y flores se estremezcan cerrando sus pétalos.
En la Gran Tenochtitlán, el 28 de mayo
de 1351, el 16 de abril de 1455 y el 2 de enero de 1502, ocurrieron eclipses
parciales de Sol que coincidieron con la ceremonia del Fuego Nuevo, lo que
debió resultar terrorífico, ya que se suponía que podría apagarse para siempre
y acontecer el fin del mundo. En el códice Dresden, el Peresiano. El Popol Vuh
y posteriormente en las crónicas de Fray Bernardino de Sahagún, Fray Juan de Torquemada, y en innumerables
registros, se hace referencia a ellos.
Durante el presente siglo se han visto
cuatro eclipses totales de Sol en la república mexicana; el 28 de mayo de 1900,
el 10 de septiembre de 1923, el 07 de marzo de 1970, y el del 11 de Julio de
1991, que resultó verdaderamente impresionante, aún más por la presencia del
ovni fotografiado muy cerca del anillo solar. Cabe recordar que este eclipse
tuvo lugar a 19 grados del signo de Cáncer que pertenece al elemento agua, y
que si lo relacionamos con lo anteriormente dicho, su significado sería el de
inundaciones o tempestades. No será sino hasta el 08 de Abril del año 2024
cuando se vuelva a observar otro eclipse total de sol de la misma importancia
de los ya mencionados; aunque el 29 de Abril de 1995 podrá ser observado en la
república mexicana un eclipse parcial de sol y otros más el 26 de febrero de
1998 y el 25 de diciembre del año 2000, con las mismas características.
Sería interminable la lista de los
eclipses más significativos lo cual no es nuestro objetivo enumerar, sino
simplemente para encontrar un marco de referencia al hecho de que en este año
2011, tendremos 6 Eclipses:
Los estudiosos opinan que los eclipses
influyen en la política y los intereses nacionales. Si se dibuja una carta
astral de 12 sectores para el momento de un eclipse, la casa del gráfico en la
que se produzca el eclipse indicará qué aspectos de la nación pueden verse
afectados, asimismo, el signo del Zodíaco en el que tiene lugar el eclipse
arrojará más luz sobre los sucesos futuros. Sagitario por ejemplo, se asocia a
su elemento fuego; Capricornio a la economía, la riqueza del subsuelo, y los
movimientos de tierra; Géminis, a las telecomunicaciones y los eventos
relacionados con su elemento aire, y Cáncer a los eventos de agua como
tormentas, ciclones y grandes marejadas.
Una observación curiosa, es que los
eclipses el año pasado se dieron en el eje de Cáncer-Capricornio y si hacemos
memoria, la humanidad estuvo viviendo una de las peores crisis económicas de
los últimos años (aunque claro había otras posiciones astrológicas que lo
confirmaron como la cuadratura T que tuvimos entre Saturno, Urano y Plutón), y
devastadores terremotos. También hubo granizadas insólitas, y se vivieron
también dramáticas inundaciones. Este año, el eje donde ocurrirán los eclipses
está cambiando a Sagitario-Géminis. El despertar de volcanes, incendios y otros
eventos relacionados con el fuego pueden esperarse, así como Tornados los
cuales ya se vivieron en los Estados Unidos con uno de categoría cinco; se
espera también una fuerte temporada de ciclones, además de más inundaciones y
eventos relacionados con el agua.
Los efectos de un Eclipse pueden
empezar a manifestarse antes o poco después de que tenga lugar el eclipse.,
Pero todas las consecuencias quizá no resulten evidentes hasta meses En el caso
del Sol, o semanas para la Luna, así es de que mantengámonos alertas a los
sucesos importantes de este año y observemos si en realidad hubo una
correlación significativa en los Eclipses y su impacto tanto en la actividad física,
política del mundo como en nosotros mismos.
Lo que nos avisa un
eclipse es que necesitaremos hacer algunos cambios o ajustes ante una
alteración temporal de nuestro equilibrio emocional y psicológico de nuestra
vida personal, o en el caso de países y gobiernos, de una alteración en la
relación de éstos con sus gobernados. En cualquier caso, se trata de un reto
que hay que enfrentar con ineludible urgencia y que de ninguna manera se le
puede hacer esperar. Efraín Klerigan no dice que la sucesión de los tres
eclipses, en el ciclo, son anuncio de cambios marcados en el mundo.
Hay que estar
alertas pero no nos alarmemos. Lo que he querido es transmitirles un mensaje de
fortaleza para enfrentar los nuevos retos, cambios y transformaciones que
tendremos que vivir tanto en el plano espiritual y personal como a nivel
país.
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