miércoles, 2 de febrero de 2011

MI ENCUENTRO CON LA ASTROLOGÍA CHINA


La Astrología China siempre ha representado un misterio para mí. Recuerdo la primera ocasión en que tuve contacto directo con esta ciencia, ¿O debo llamarla Filosofía?, fue cuando mi madre Chela Bracho, fue invitada a presentar el Libro de Ludovica Squirru en el año de 1974 y sus ya famosas predicciones basadas en el I Ching, la verdad, debo confesarlo, asistí llena de curiosidad ya que era muy poco lo que yo sabía acerca del horóscopo Chino así es que ahí estaba yo, llena de expectación y curiosidad.

El salón estaba lleno y la presencia de Ludovica iluminó la habitación en la que nos encontrábamos. Era imposible dejar de sentir ese halo mágico que iba dejando a su paso y  con el cual  nos atrapó a todos los presentes. Su figura delgada, su cabello lacio y negro  enmarcando su rostro de aristócratas facciones, su elegante vestimenta y unos anteojos en forma de mariposa llenos de pedrería me hicieron recordar los que se usaron en la época de los hippies por allá por los años sesentas, pero se veía tan bien que no pude menos que sentir admiración por esta bella y enigmática mujer que con su porte principesco logró despertar aún más mi curiosidad y excitación.

Su voz clara y nítida llenó los espacios vacíos y comenzó su plática hablándonos de la transmutación, del movimiento constante de la naturaleza, de la  energía que fluye a través de tiempo y espacio, de la  innegable conexión de todo esto con los astros, con el universo y finalmente.. con Dios. Fue maravilloso escucharla, ese día, se abrió ante mis ojos un nuevo horizonte; lejano, misterioso, filosófico y poético, y es por esto que en este artículo he querido compartir con ustedes una pequeña parte de ese mundo tal vez incomprensible para occidente, que encierra de manera perfecta, milenios de sabiduría legados por la cultura oriental en el zodiaco de los 12 animales.

Como tratar de comprender el pensamiento oriental sería una tarea casi imposible, sí quisiera cuando menos señalar los principios básicos que separan el Horóscopo Chino con la Astrología occidental.

Para empezar, el zodíaco chino está representado por 12 animales ubicados como relató Chela Bracho en su libro de 1992, en el mismo orden en que acudieron al llamado de Buda. De esta manera tenemos en primer lugar a la rata, que gracias a su astucia de montar al Búfalo sobre su lomo y hacer todo el recorrido descansadamente hasta encontrarse cerca del lugar de la cita, para luego salir disparada y llegar muy fresca a recibir instrucciones y ser felicitada por su presteza al haber llegado antes que nadie. Después, llegaron el Búfalo, el Tigre, el Gato, el Dragón, la Serpiente, el Caballo, la Cabra, el Mono, el Gallo, el Perro y el Jabalí. (Buda “El hombre despierto”, “al que se han otorgado todos los conocimientos”) procedió a entregarles a cada uno, su propio reino.

Otra diferencia que encontramos, es que el sistema astrológico chino está basado en el ecuador celeste y no en la eclíptica. Los cambios de dinastías introdujeron varias reformas en dicho sistema, cambiando totalmente conceptos y doctrinas. Existen 28 divisiones o “sieu”, repartidas en cuatro grupos: Palacio Oriental, Palacio Septentrional, Palacio Occidental y Palacio Meridional, que representan cada uno los puntos cardinales, donde las estaciones están perfectamente definidas por los ciclos lunares. Cada palacio cardinal tiene un animal y un color simbólico. Primavera: Dragón verde. Verano: Pájaro rojo, Otoño: Tigre blanco. Invierno: Tortuga negra. Un quinto Palacio, llamado Central, corresponde a la región polar, símbolo de lo Absoluto, El gran todo o “Tao”, centro iniciático.

Cada signo chino dura un año, así es que no es importante saber el mes, sino el año de nacimiento. Los años lunares no tienen la misma duración ni empiezan un día exacto, porque se inician con la primera Luna nueva. Siempre existe una diferencia de días con respecto al año solar y cada 12 años hay uno con 13 lunas (en vez de 12), que es considerado nefasto.

Otra de las grandes diferencias con la astrología occidental, es que en oriente existen cinco elementos o agentes, en vez de cuatro, que son: madera, fuego, tierra, metal y agua, que interactúan en acción continua y representan las fuerzas del Yin (Símbolo de la Luna, de lo femenino, frío, oscuro y oculto) y el Yang (Representa al Sol, lo masculino, caliente y luminoso). Estas dos fuerzas, que a la vez se complementan y producen explican  para los Chinos el principio de la formación del Universo.

Y así,  bajo este marco, de 12 animales, 5 elementos y años lunares, es como en el oriente se aprendió a ver al Ser Humano totalmente integrado a la armonía universal: es un microcosmos en el macrocosmos.

Como dato curioso, y basándose en la influencia lunar, es que Chela menciona en su libro lo comprensible y revelador de que China, el país más poblado del mundo, tenga una astrología lunar, pues entre nosotros la Luna representa a la madre, que aquí se muestra bastante prolífica. La Luna, en occidente, es la imaginación y ésta ha sido siempre la característica de este pueblo, que en su inicio fuera también un matriarcado.

De esta manera entonces encontramos que la astrología china es totalmente opuesta a la occidental y tan distinta como el día a la noche, pero ¿Pero para que seguir tratando de comparar lo incomparable?, ¿De buscar las diferencias entre una y otra? ...simplemente la Astrología China es la China y la Occidental la occidental, son y existen de manera independiente y caminan paralelamente y de forma complementaria la una de la otra.

Chela Bracho relata un cuento que les permitirá asomarse un poco a la percepción tan diferente de la vida y del destino que tienen Oriente y Occidente:

Un tigre atemorizaba constantemente un pueblo de pastores, devorando corderos y asolando los rediles. Una noche los habitantes sorprendieron a la fiera en el momento en que daba cuenta de unos corderos y la mataron. Se trataba de una hembra que dejó huérfano a un cachorrito encantador e indefenso que, aterrado se escondió entre la mamá de una oveja. Todos, pastores y corderos, adoptaron a la fiera, la cual, al crecer en el aprisco, se comportó como un cordero. Balaba con los demás, pacía la hierba de los prados, huía cuando caía la noche.

Tiempo después apareció en la comarca otro tigre, que sembró el terror entre los habitantes. Y el pequeño tigre baló plañideramente con los otros corderos, temblando de pies a cabeza.

Este nuevo tigre era muy temible. La noche en que se abalanzó sobre el aprisco, fue la hecatombe. Y cuál no sería su sorpresa al descubrir a su pequeño congénere, enloquecido, escondido en la paja y balando de una manera que partía el alma.

Gran Tigre cogió al pequeño tigre entre sus fauces y se lo llevó a la jungla. “ Be.... Be...” gemía lúgubremente el cautivo. Gran Tigre lo condujo entonces a pequeño tigre a la orilla de un lago y le mostró su imagen en el agua “¡Mira lo que eres realmente!”.

El pequeño, aterrado, vio de pronto dos tigres en lugar de uno. Cada vez estaba más asustado. Entonces, Gran tigre lo arrastró a su guarida y lo colocó entre los restos de sus víctimas. Allí le sumergió la cabeza en un cuarto de carne fresca. Pequeño tigre sintió una extraña comezón en el hocico, un estremecimiento de excitación en la raíz del bigote. Empezó a lamer la sangre de las presas, y algo sorprendente y exaltante surgió lentamente del fondo de sus entrañas. Fue su primer rugido. Finalmente ya no era el mismo.

Esta historia tiene varios niveles de lectura de interpretación, pero nos lleva a la convicción de que no puede existir una plenitud auténtica si no es a través de una plena adhesión al papel que la naturaleza y las condiciones sociales nos han otorgado.

En oriente, pertenecer a un signo en específico es determinante, el nativo se adapta y acepta humildemente su destino como si tuviera que aprenderse el guión de un personaje, y representa el papel que le toca vivir.

En occidente, contamos con el libre albedrío y elegimos, según nuestras posibilidades, el mejor camino.

Interesante ¿No creen?, si quieren seguir aprendiendo del horóscopo Chino que en sí es más una filosofía de vida, que una ciencia astrológica les recomiendo leer los libros que publica anualmente Ludovica Squirru y que puedes encontrar en las principales librerías.















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